Con una ortodoncia fija, sobre todo si es temprana, conseguimos la correcta posición de los dientes maxilares. Para una adecuada masticación, una correcta fonación y mejorando la higiene dental del paciente. También conseguimos una mejora estética y una sonrisa perfecta.

Con la ortodoncia fija logramos corregir los defectos de los dientes en su proceso de formación (apiñamientos, desalineaciones, maloclusiones). Pero no solo es visible la mejora estética, corrigiendo estos defectos, logramos mejoras como masticar mejor, hablar mejor, respirar mejor, o comer mejor.